Cuando los Bgjksdoo avistaron la tierra encontraron un mundo con diversidad vegetal, animal, mineral y de compuestos abióticos provenientes de diversas zonas espaciales, pero lo más interesante para su estudio e investigación de zonas o gfthy, era el comportamiento de una raza aparentemente animal que notoriamente parecía ser la supremacía en el planeta. Pero tal raza no dominaba completamente, sino que sólo una elite de ésta que obraba de modos muy peculiares, y de la cual no existía noticia del porqué de su supremacía. En efecto, avistaron pequeños grupos de humanos dominantes que poseían cultura y tecnología avanzada para amedrentar y mantener bajo su servicio al resto de sus pares, sometiéndolos a penosas y humillantes condiciones de sobrevivencia, creando desconfianza simultánea entre los mismos dominados. Pudieron observar las especiales condiciones de miseria en que se barajaba una exuberante multitud de gentes en contraposición a la cómoda y segura existencia de este ínfimo grupo humano y su descendencia. Luego de una observación minuciosa comprobaron que utilizaban formulas extremas de terror para someter a los miserables e indefensos dominados de su misma raza, tal como la de erigirse en entidades omnipotentes imponiendo su deificación y alabanza como creadores y rectores del universo conocido. Exigían ofrendas de respeto a sus sometidos para alabar la divinidad que ostentaban, imponiéndoles, además, la necesidad de sacrificios humanos para aplacar su perversa y desmesurada tiranía. En tiempos que la humanidad conoce como “Edad Antigua”, estos humanos superpoderosos se erigieron con nombres artificiosos para cada una de aquellas tribus que dominaban, y conforme al conocimiento que se maneja ordinariamente por la población actual del mundo, son fáciles de reconocer, a lo menos, en sus nombres. Fueron quienes dieron origen al politeísmo religioso que gobernó las esferas del mundo con extraordinaria soberbia, marcando el destino de la humanidad inexorablemente a una relación constante de violencia y desconfianza recíproca, dando lugar a una serie de principios que no tienen trascendencia sideral alguna, y que es más, su invención sólo ha dado espacio para la discriminación y el desprecio entre similares[1]. La religión fue la herramienta usada por los dominadores para acceder a los dominados. Ese fue el vehículo del culto místico que no impedía el conocimiento a sus pares, pero lo inducía conforme a criterios arbitrarios como el temor a lo divino. En todo caso no debe confundirse a la inquisición con este proceso, pues corresponde a una segunda etapa de dominación, ya no por los otrora superpoderosos (que habían sido desplazados), sino que por los propios dominados aprendices de la brutalidad de éstos, pero sin tecnología ni conocimiento. Dominaban a sus pares sólo a través de la creación dogmático-filosófica de la tortura y la amenaza de un sufrimiento eterno, pues se le dio al ser humano la posibilidad de la eternidad buena y la eternidad mala, abstracciones imposibles de imaginar en cualquier otro ser animal, como los propios Bgjksdoo.
Lograron hacer otras fabulosas observaciones: con aquellos humanos dominados que demostraban mayor lealtad hacía sus amos divinos, estricta valentía y coraje en todas las pruebas a que eran sometidos, y que, además, resultaran vencedores, los nombraban, con el poder de su omnipotencia, jefes de sus respectivas tribus, se les otorgaba una merced denominada “buenaventura”, que, básicamente consistía en obtener, ayudados por estos seres superiores, excelentes cosechas de sus sembradíos, saludable y numeroso ganado de diversas razas y especies, agua y metales necesarios para su desarrollo, y principalmente dominación de la tierra a la que accedieran. Es importante consignar que la explicación del origen de la propiedad por diversos autores humanos no pasa más allá de entretenidas historias de ficción, pues todos descartan la posibilidad de una creación tan artificiosa como esta. Es más, la información recopilada por los historiadores, antropólogos y demás científicos carece de toda base real concreta, pues las noticias que se manejan son alteradas constantemente para aplacar la necesidad de conocimiento que atrae a la humanidad. De hecho es frecuente elucubrar que Newton aportó una importante teoría para el desarrollo de otras importantes teorías, como la de la relatividad, pero la verdad es que a medida que avanza el tiempo se reconoce que tales hipótesis no bastan y que, lo peor, han sido insuficientes y sin realidad práctica. De hecho la actualidad está tan gobernada por teorías razonadas que parecen ciertas, pero que no pasan de ser nuevas interpretaciones de seres que en realidad buscan el axioma correcto, el cual, sin embargo, no es dable ni sugerible que sea revelado.
Indagaron que todas las mercedes eran dadas con sofisticada tecnología aérea y subterránea, la cual obviamente era totalmente desconocida por los beneficiados, quienes, a su vez, sostenían entre ellos mitos que explicaran los hechos a través de fuerzas sobrenaturales dominadas por sus dioses. A estos primeros jefes de clanes se les llamó súbditos, designación que luego éstos mismos hicieron extensiva a las proles que mantenían a su cargo[2]. Luego nació el concepto de rex, “el que impera”, para designar a la cabeza de un clan, ayudándolos en los combates con otros clanes -que a su vez contaban con el respaldo de otro grupo de humanos deificados-, adiestrándolos permanentemente, de un modo casi invisible, en las artes de la guerra. Tuvieron el descaro de llamarle juego a esta primera forma de destrucción interhumana. Los Bgjksdoo se sorprendieron de raza tan macabra, despótica y sádica.
Es por ello que al entablar contacto con estos humanos sufrieron ataques y tuvieron algunas bajas importantes, estableciéndose la necesidad de crear un escuadrón defensivo compuesto por científicos, ilustrados y guerreros protectivos, pues sólo hacían aplicación de los métodos propios de un armisticio en el especial caso de agresión externa e insuficiencia comunicacional con el enemigo, caso específicamente dado con los humanos. Se nos ha demostrado que, dentro del viaje realizado por los Bgjksdoo en una distancia de tres milenios de años luz aproximadamente, no se había producido enfrentamiento alguno con raza espacial hallada dentro de su ruta, y que, por tanto, tenían un poco olvidadas las técnicas de la guerra.
Hubo treguas en las cuales resultaron constantemente engañados y asesinados sus representantes, exhibieron sus cuerpos atravesados en grandes lanzas de níquel e hicieron estallar tres de sus naves. Entonces se decidió aplicar el máximo rigor de enfrentamiento con instrucciones especificas de controlar a los agresores –no eliminarlos-, haciendo uso de importantes elementos toxicológicos mediante la implantación de virus-de-control en humanos capturados y dejados en libertad para la expansión de los efectos nocivos del germen. El arma química tuvo resultados positivos, pero algunos humanos dominadores habían encontrado el antibiótico necesario para menguar sus efectos, quienes se reagruparon sigilosamente en estaciones no monitoreadas por los Bgjksdoo, se fortalecieron con nuevas armas más aquellas pilladas a los visitantes y continuaron con la actitud agresiva que mantuvo fuertes costos de vida e infraestructura. Fue necesario la aplicación de una política erradicada hacía miles de guigan* dentro del concierto de razas intergalacticas, una política arcaica e irretornable que debía reaparecer sólo en especiales condiciones como las dadas por los grupos de poder humano. Ésta consistía en el encierro permanente de los elementos perturbadores del mundo habitable dentro de bóvedas térmicas que reciclaban aire y alimentación necesaria, ocultas bajo la plataforma terrestre, supervisados permanentemente por los Bgjskdoo.
Los envilecidos humanos dominantes fueron reducidos y encerrados dentro de inmensas fortalezas cibernéticas que fueron enterradas a mil pies bajo el nivel del mar, imponiéndoseles la sanción de vivir a perpetuidad bajo la tierra, pero dándoles el privilegio de la procreación[3]. Esto fue realizado en todos los continentes conocidos.
Luego de un proceso intenso de educación pacifica y despojados de toda posibilidad de retornar a la superficie, se les encomendó la misión de ser los asistentes de esta raza en su tarea de investigación acerca del génesis de la creación en el planeta, y especialmente, de la creación propia. Así se determinó lo que ya he narrado acerca de nuestra evolución[4].
[1] Se creó el galardón de héroe para estimular la valentía, pero sin embargo la humanidad reconoce como héroe a infames cobardes universales que se apoyan en principios igualmente reconocidos como valores. Tal es el caso de conceptos tan frecuentes como “vencer” o “ganar” con sus personificaciones de “vencedor” o “ganador” y la desviación política-semántica en “victoria” transformada dignamente al reconocido verbo “reinar”, teniendo su sinonimia actual en “gobierno”. De hecho han sido gobernantes ejemplos de máxima antinomia con el galardón de héroe, “aquel que es valiente”. La valentía se liga al honor y su mezcla crea el valor. Pero la información histórica manejada comúnmente es arrastrada por la consistente lógica lingüística a la cual ha accedido la humanidad, lo cual, sin embargo, ha impedido el verdadero sentido de las cosas.
[2] Con los acontecimientos que fueron modificando la historieta humana, se crearon los Estados, transformándose el concepto de súbdito por el de patriota.
[3] Este privilegio tenía un solo sentido: serían las proles quienes se convertirían a futuro en los asistentes permanentes de los Bgjskdoo en su estudio de la humanidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario