jueves, marzo 12, 2015

ACTUALIDAD NACIONAL







Se hizo característico ser parte del engranaje con que se fusionaban etnias y ethos construyendo tribus y ciudades, luego nacieron los ghettos que desacomodaron a una gran parte de la prole y la estigmatizaron a ser perdedora y sin historia, de allí que los personajes de ésta sean siempre nobles revolucionarios o caudillo de la nobleza frustrado de su estirpe versus los señores de siempre, el momiaje recalcitrante diría alguna canción, pero jamás se habla de la aventura realizada por algún héroe popular, ni siquiera Manuel Rodríguez provenía de la chingana o barrio afín, menos Diego Portales -el primer estancador o monopolista del mercado nacional- o Andrés Bello -el caraqueño-, para que hablar de los tres Antonios o los Carrera, Montt, Balmaceda, más adelante la emergente ni la familia Alessandri se logra adaptar al concepto, ni siquiera la apariencia falsa de los Allende, los Letelier, los Rossi, mucho menos la de los populares Marambio, Correa o Vallejos, vendidos desde antes de hablar a los designios de estos poderes. Siempre gobernados por las élites, por los iluminadas familias imperecederas que compran todo y a tod@s, siempre retratados por los historiadores de apellidos lejanos a las voces populares de la calle, así se forja un mito indescifrable de valías falsas y héroes vendidos a lo foráneo, confirmados en la fe católica que alberga todos los golpes de estados de todas las naciones sudamericanas, siempre en ambos lados, siempre persiguiendo, juzgando y coaccionando, toda una masa de gentes impensantes educados en una ignorancia histórico-étnico subyugada al perpetuo avasallamiento involuntario, y aquellos en sus púrpuras y uniformes del Estado gozando un mezquino bienestar y una envidiable adicción a las drogas de élite, y como nadie se entera, nada de ello ocurre, pues la historia ya está construida, y los vasallos la seguirán aceptando. Sin embargo, un rugir del instinto, un despertar del ansía, un advenimiento a la realidad fáctica, una ira descontrolada por la opresión de ladrones politiquillos, está comenzando, poco a poco, desde hace años, y hoy en día, podemos decir, con un mínimo orgullo, que tengan cuidado los acostumbrados ladrones de este sistema inicuo y perverso, porque serán descubiertos, porque serán perseguidos, y no necesariamente por los fiscales y la policía. 

Rigor Mortis.

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