jueves, junio 29, 2006

de ahí... estamos


Es mucho lo que la voda nos ofrece, aún cuando es poco.
Estoy convencido de que las luchas son necesarias, el antagonismo ínsito es indispensable.
Sólo que soy un solitario dentro de una estructura desregulada.
No, no quiero profitar de mis dependecias, pero necesito ayuda.
Los quiero por siempre,
del flaco que está pulento al amanecer,
el mismo que rodea tus mañanas de margaritas
que recorren tu nombre
a través de mis sienes, aún insensatas.
No, por favor, tú eres distinta
no prevaricarás con el nombre muerto,
sólo estarás por tu sombra,
los hitos están maduros, el sol tiembla
tus mañanas, aún después de tantos años,
son las mismas. Te quiero, pero con la amargura
de tantos años distantes.
Ya no nos queremos como en aquellos años.
Ya no nos amamos.
Ahora somos libres de nosotros. Ahora somos libres. Ya no nos queremos...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Siempre pense que eras mejor vate que pensador mesianico, y espero que nunca te rindas en ese afan