miércoles, agosto 30, 2006

juego para recordar sólo tus ojos


Cuando imagino tus ojos sentados en mi cuerpo, atrapando cada instante de mis percepciones, llenos de alegría fogosa y atrevida, cuando los imagino te decía, es por no tenerlos bajo el dominio de mis sentidos, te extraño de una manera consistentemente alegre, alegre de saber que estarás en mí, introducida como yo en ti, imperecederamente, aún cuando suene a simple expectativa de enamoradizo audaz, recordar sólo tus ojos entrañables y desbordantes, una ráfaga de lamidos oculares exaltadores de mi propia voluptuosidad, amándomeysóloamándomeamíyyosólamenteati, y creo que navegaré nuevamente por los sueños que te traen encendidamente, hacia ti me entregaré antes de dar el último bostezo, caminaré al lado de tus manos, recopilando historias que entretengan tu ánimo, así aquellos ojos encendidos y apasionados me sigan mirando, aún cuando me perturba de un modo sabroso, necesito de muchas partes de ti, no sólo de tus ojos, pero ahora los recuerdo a ellos y creo que si sigo hacia abajo o hacia arriba, comenzaré a delirar, no quiero imaginar, los extraño en esa parte y en todas las formas que me han mirado, en todas las suspensiones visuales en las cuales han sido espectadores de mis formas y movimientos, en las incertidumbres provocan lo mismo, pero a mi lado, cuando los tengo, me llevan más hacia la sublimidad de la belleza, hacia el esplendor de los albores sanos, hacia el color de una vida nueva, vida nueva llena de luz y coraje, como buenos guerreros, juntos contra quienes se opongan a nuestro camino, no nos derrotará nadie, doblegaremos cada prueba o reto, no habrá sumisión y tampoco vergüenza, tu mirada me entrega este apasionamiento, este ánimo a prueba de tormentos y de osadías temerarias, y sólo de pensar en tu hermosura y tu pasión, en todo lo que miras con esa delicia que el mundo sabe oler en ti, sabe pensar con el sabor de tu alegría, y eso pretendo, combatir con el mundo por tu pertenencia y mi propiedad, me obligo a ti y dejo libres a ellos, tus ojos mi amor, tus ojos me dan ahora la necesaria vitalidad para soportar la provincia y sus ojos de fantasma

¿El tiempo ha de extrañarte así?

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