sábado, enero 13, 2007

No puedo hacer nada


Es mi carácter, dice ella, no lo tolera y no puede continuar. Ha herido toda esencia de mi ilusoria aventura hacia el amor. Mi carácter soy yo, es a mi a quién no tolera, es una manera indirecta de decir no te amo. De esa forma, aún cuando cambiara el carácter y me rebajara a ser otro que no soy, aún así sería imposible que ella pudiera resolver tolerar un nuevo carácter, pues ni siquiera es el que antes toleraba. No soy sólo un instante de mi carácter, también me aloja la ternura y la esperanza, también me acoge la solidaridad y el empeño, quizás falte por cultivar más virtudes, pero la iracundia y la intolerancia a la estupidez me han hecho ser quién soy. No espero el beneficio de la compasión, pues tampoco creo en él, sólo se trata de un menosprecio disfrazado de benevolencia, por ello creo que, al no tolerar mi carácter, ni saber si puede seguir conmigo, ni que pueda vivir a mi lado, sólo me hace descifrar un puzzle complejo, que al final tenía contemplada una condena: "Fracasaras, porque no puedes tener familia, porque no tienes el carácter para ello". Pese a diferir sustancialmente de aquel paraje aventuroso del destino, debo tolerar lo íntimo de su decisión, el no amarme. Yo la amo incluso con su malos momentos, con los peores que pueda imaginar, pondría mi vida a su disposición, aún ahora, pero tantos inviernos me recuerdan que no soy tan duro como antes, por ello, no debo exponerme a sufrir, debo irme, lejos, es hora de partir, pretendo que esa nube de la que le hablé se haga realidad, ya no estaré más cerca de nadie que pueda amar, siempre se repetirá el absurdo de mi carácter, al final es como ella dice, todos lo comentan, y frente a un todo, me quedo sin un solo aliado, ni ella que es por quien escribo estas letras. Me duele saber que debo ser drástico, pues el tormento venidero será incontrolable.
Qué más puedo decir. Mi carácter soy yo, incluidas las diversas manifestaciones que me rodean. No puedo deshacerme de ninguna, están ordenadas como piezas de dominó, si cae una, caen todas. Me entristece que no me ame. Me entristece mucho, pero debo continuar, debo continuar, una flecha no se detiene en la mitad, al menos no en mi realidad mezquina.

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